UTILIZAR CONTROLL® INNERSEAL EN ÁREAS EXPUESTAS

Al encontrarnos daños y disoluciones superficiales en el hormigón debido a las heladas, la fuente de este problema está en el agua contenida en poros y ampollas del interior del hormigón. El agua congelada, se dilata aproximadamente un 9 %, produciendo en el elemento una tensión superior de lo que puede soportar el hormigón.
Esta tensión se incrementa cuando el agua se congela y derrite una y otra vez. Si a su vez hay sal incorporada, el volumen respectivo se duplica. El resultado son futuros daños, disoluciones y fisuras o grietas. Como Controll® Innserseal rellena poros y ampollas, detiene la penetración del agua al interior del hormigón. Consiguiéndose que se forme tan solo el hielo en la superficie y por tanto evitarse daños en el interior del hormigón.

Se denomina eflorescencia (Salt Flushing) a los depósitos cristalinos, blancos, pulverulentos, y generalmente en forma de pelusa brumosa, que se depositan en la superficie de los materiales de construcción».
«Eflorescencia es una incrustación de sales solubles, comúnmente blancas, depositadas en la superficie de piedras, ladrillos, enlucido de yeso o mortero de cemento, causada usualmente por sales alcalinas lixiviadas desde un mortero u hormigón adyacente, a medida que la humedad se mueve a través de él». Esta última definición es más cercana a lo que habitualmente observamos, principalmente en muros de casi todo tipo de construcción expuestos y siendo bastante común. Aunque llama la atención la aparición de estos cristales blancos, que creciendo de uno a dos centímetros sobre la superficie, son relativamente inofensivos, pero no así en el entorno inmediatamente bajo ellos, ya que la formación de estos cristales y su fuerza expansiva, sobrepasa la capacidad o resistencia de los poros que los contienen, rompiendo y dañando progresivamente el material dónde se forman. Bloqueando el sistema capilar con Controll®Innserseal el problema se elimina efectivamente. Controll®Innserseal detiene el ingreso del agua y las eflorescencias, inclusive en ambientes marinos.

El hormigón que está en contacto directo con el suelo hace que sea aún más importante comprender la conexión entre el álcali y la humedad, y por lo tanto también entender por qué se desarrollan problemas con la pintura, grietas, «manchas blancas», olor, moho, etc. «El problema de los álcalis» es principalmente un problema húmedo.

El álcali está presente en todo el hormigón, pero no mostrará evidencia de daño sin contacto con el agua. Si el hormigón está en contacto directo con el suelo o cualquier otra exposición a la humedad, y no hay una ventilación eficiente para secar el hormigón, el sistema capilar lleva humedad a través del hormigón.

La humedad desarrolla problemas alcalinos en el camino y también los lleva a la superficie. Se cristaliza y se presenta como descamación y sofocos. Aunque el nivel de humedad y álcali es variable, hay suficiente humedad en el suelo y el aire para que el álcali reaccione. Incluso el concreto que parece seco ha demostrado que se almacena húmedo debajo de la pintura y las cubiertas. A menudo puede detectar esto como bolsas de aire, descamación y marcas de agua mediante inspección visual.